sábado, 16 de septiembre de 2006

Entrevista // Sonya Walger

Sonya Walger, de madre inglesa y padre argentino, es ante todo una ascendente actriz de Hollywood a la que se pudo ver en el capítulo final de la segunda temporada de Lost. Su rostro tuvo a cargo el cierre del último episodio, como la inquietante Penny Widmore, novia de uno de los náufragos conocido como Desmond. Penny Widmore será tal vez una figura fundamental para entender –en la 3ª temporada– por qué y cómo fue que llegó toda esa gente hasta esa isla. Y podría convertirse, de este modo, en el único nexo entre el mundo real y la isla de los misterios, en recompensa por su perseverancia.
Graduada en Letras en la Universidad de Oxford, mucho más que una cara bonita, Sonya es, además de una incorporación reciente y fundamental de Lost, una figura central de otras como CSI: New York y Numbers, lo que la convierte (gracias a su perfecto castellano) en una voz oportuna para conocer la industria de series por dentro y, en el mejor de los casos, para saber cómo sigue la trama de Lost el año próximo.
-¿Podrá adelantar a qué respondió su mueca entre el horror y la alegría cuando un grupo de contratados por el emporio multinacional de su padre le avisa que aparecieron (en un paisaje parecido al del Polo) los primeros rastros de su prometido?
–Honestamente, yo nunca había visto la serie –admite Sonya–. Al principio, cuando filmaron el piloto me postulé para Kate (la actriz Evangeline Lily). Pero como no quería mudarme a Hawai por tanto tiempo, quedó Evangeline. La producción ya había intentado contratarme varias veces y, al final, todo cerró para que aceptara representar a Penny. No sé cómo van a hacer para cumplir con todo lo que abrieron. Por el momento, han logrado contratarme para tres capítulos más....

–¿Alguna pista sobre cómo sigue, dónde están, en qué confín del mundo...? Usted es, en la serie, el único contacto entre la civilización y ese mundo perdido...
–Puedo decir que Penny Widmore (su personaje) es una mujer que sabe realmente lo que quiere y lo persigue sin temores. Es una mujer sensible pero fuerte a la vez. Y muere por Desmond. Aprovecha todos los recursos que tiene, su holgada posición económica, para encontrarlo. Ojalá pudiera aclarar qué fue ese llamado final que recibí, la cara de sorpresa, lo que anticipaba. Pero cuando filmé esa escena el director (J. J. Abrams, un maestro en el arte de narrar grandes intrigas en tours adrenalínicos con poca dosificación de datos) me dijo que pusiera cara de susto con una mezcla de tristeza. Les pedí que me dijeran qué es lo que estaba escuchando. Y me estaban pidiendo la reacción sin decirme a qué se debía. A lo mejor él no lo sabía tampoco.

–Luego de actuar en Lost, CSI, Numbers, ¿cree haber obtenido un master de interpretación dramática en series de acción?
–También en el telefilm El bibliotecario, de HBO, me tocó una heroína de acción, del tipo Lara Croft. Tuve que hacer karate, saltar de aviones, tirarme en paracaídas. Me resulta divertido, pero sólo para variar. No lo haría como constante en mi carrera. No me atraen esos papeles; prefiero los roles más profundos, donde domine la sutileza. Siempre hay margen para elegir, pero hay que tener paciencia y coraje para esperar... Tampoco quiero imponer una jerarquía de mejores y peores roles, pero estoy convencida de que me convienen los papeles delicados.

No hay comentarios: